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Caso documentado por John Fredy Cárdenas, 2014

Trabajadores y comerciantes en Puerto López, Meta, que suministran servicios y mano de obra para la construcción y puesta en marcha de la planta ALCARAVÁN, deben hacer una serie de reclamaciones y protestas ante el incumplimiento del pago de estas obligaciones por parte de la empresa. Ecopetrol a través de su filial Andean Chemicals Limited suscribió una participación mayoritaria en la compañía Bioenergy S.A., que actualmente tiene el 88,6% para construir un complejo agroindustrial que incluye la construcción de una planta con capacidad de 480 mil litros por día de etanol producido a partir de caña de azúcar, para la cual se requerirá del cultivo de 12.540 hectáreas de caña, con una inversión total estimada es de US$282 millones. En marzo de 2010 se adjudicó el régimen de zona franca a Bioenergy S.A.S., filial 100% de Bioenergy S.A. régimen bajo el cual empezó a operar en julio del mismo año (Ecopetrol, 2010)[1]

 

La problemática se da por una cadena de incumplimientos de la cadena de empresas subcontratistas que llevan al incumplimiento final con los 650 trabajadores contratados para mano de obra no calificada. Esto a su vez produce un incumplimiento con sus acreencias en el comercio local, además de no responder con las obligaciones de seguridad social de los trabajadores, hecho que se viene acumulando desde 2012. Para el año 2012 el trabajador no calificado del municipio de Puerto López se ganaba un salario mínimo sin alimentación y el trabajador no calificado de afuera se ganaba un millón doscientos mil pesos, más las tres alimentaciones y hospedaje. Mientras el trabajador local se contrataba por máximo tres meses o por actividad, el personal fuera del municipio se contrataba a 12 meses. (Calderon, 2014)[2] 

 

Además, las empresas subcontratistas adquirieron deudas con los comerciantes a los cuales tampoco les pagaban y que a mediados de 2014 llegaba a 2.400 millones de pesos.  Isolux generó unos compromisos que incumplió y al liquidar contrato con Bioenergy dejó la deuda abierta. A esta situación crítica para la economía local, se añade la no menos importante afectación del recurso hídrico en la laguna La Conquista, pues bajo una concesión de aguas dada por CORMACARENA, los niveles de agua se han reducido sustancialmente, afectando a los pobladores.

 

Las exigencias de pago fueron respondidas por amenazas de “o se aguanta o se van” lo cual llevó a unir a los trabajadores inexpertos en procesos reivindicativos laborales a un Sindicato preexistente llamado SINDITROVAR, iniciando protestas desde mediados de julio de 2012 ante los primeros incumplimientos. Luego de seis acuerdos incumplidos en ese año, un grupo de trabajadores conforman otro sindicato, Asopalmeta, filial de la CUT, desde el cual hicieron varios ceses de actividades, decidieron interrumpir la construcción de la planta con un paro que duro 15 días. Después de la mesa de trabajo se acordó vacaciones colectivas hasta comienzos de enero de 2014 y en esas circunstancias se comunicó la cancelación del contrato a las tres empresas sindicalizadas. Cuando regresaron los trabajadores se pararon en el lugar donde los recogía el bus para llevarlos a la planta en su horario habitual y taponaron la vía nacional Pto López - Pto Gaitán y fueron agredidos por el ESMAD dejando 3 heridos y 4 detenidos. Vino entonces un nuevo paro, esta vez con participación de los comerciantes, provocando un paro total de las actividades en la planta.

 

Pese a que ISOLUX busco negociar solamente con los comerciantes, estos continuaron apoyando a los trabajadores, y luego de 40 días después de paro, se hacen los pagos parciales a trabajadores y comercio. En ese momento circula un panfleto de amenaza a los trabajadores y extensivo a sus familias. En la última mesa de trabajo generada los compromisos los asume Bioenergy directamente.

 

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