Caso documentado por Diana Marcela Vélez, 2009
En el departamento del Meta, municipio de Puerto Gaitán, la contratación de personal externo de la región para la construcción del oleoducto que se dirige desde la Estación Rubiales a la Estación Monterrey con una longitud aproximada de 235 Km, motiva una protesta de los pobladores en año 2008. Se trata del Consorcio Rubiales Monterrey (CRM) que fue contratada por la empresa canadiense Pacific Rubiales Energy Corpl para esta obra. Las fuentes de empleo en el municipio son reducidas: la ganadería que no demanda cantidades significativas de mano de obra; la administración municipal para sus obras públicas y labores administrativas que captan una parte mínima de la oferta, el comercio, la agroindustria, la industria suministran pocas oportunidades de empleo. La población ha incursionado en distintos ramos de la economía informal, la pesca o en la extracción no controlada de recursos para garantizar la sobrevivencia de las familias y también ha migrado a las capitales o hacia otras zonas tiene también su explicación en la falta de empleo. En el municipio el salario rural tiene varias categorías según el grado de calificación (jornalero raso, encargado, vaquero, operador de maquinaria, administrador, técnico o profesional); los salarios que paga el municipio son 20% superiores a los rurales y tasados según la calificación del trabajador (obrero raso, ayudante, maestro de obra, técnico, ingeniero, etc.). Los salarios que se pagan en la actividad petrolera se cotizan de acuerdo con el salario convencional de ECOPETROL en otras regiones, que es aproximadamente 30.000 diarios con dotación, por lo cual los pobladores están atentos a esta actividad. En el municipio las protestas no son muy frecuentes. Las pocas que se han realizado previamente han sido por el alza en el precio de los alimentos, la educación y el mal funcionamiento de las entidades de salud y se han dado en el centro poblado del municipio.
En la vereda Alto Manacacías se llevó a cabo la socialización del proyecto mediante reuniones informativas talleres con autoridades y pobladores en las cuales se planteó el objeto del proyecto y sus principales implicaciones desde el punto de vista técnico y ambiental y de la misma manera se atendieron las inquietudes y comentarios. La población creó amplias expectativas de empleo y de bienestar económico, dado que estas actividades generarían ingresos adicionales a los que cotidianamente recibían. Ante la espera del inicio de la construcción del oleoducto, los pobladores habían proyectado diversos escenarios de empleo que no se cumplieron. La empresa contrato personal externo a la región que había trabajado con tal operadora en otros proyectos, con el fin de optimizar recursos y tiempo de obras.
En el proceso de la organización de la comunidad del municipio surgieron algunos conflictos internos, debido a que varios pobladores deseaban ser líderes y hacían actividades sin tener en cuenta los presidentes de las Juntas de Acción Comunal, debido a que estos esperaban que la operadora contratara personal de sus veredas y por tal razón invitaban a los pobladores a esperan un poco más. Sin embargo, se evidenció la necesidad de organizar con gran prontitud la comunidad para optimizar la toma de decisiones. Veinticuatro hombres durante dos días, con pancartas, máscaras y antifaces con expresiones de tristeza, dieron a conocer su inconformidad ante tal situación. La alcaldía y otras instituciones hicieron un llamado a la petrolera pero al no tener resultados inmediatos, los pobladores realizaron una manifestación de mayor magnitud, en el centro poblado Puerto Gaitán, donde se reunieron aproximadamente 110 pobladores del municipio para protestar. La convocatoria para tal manifestación se realizó mediante llaneros que se desplazaran a grandes distancias en caballo y en vehículos para informar y volantes para transmitir el mensaje de poblado en poblado, comunicando lo que estaba sucediendo.
La manifestación es liderada por un representante elegido por el municipio de Puerto Gaitán a través de votación entre los presidentes de las Juntas de Acción Comunal. Instituciones como la alcaldía municipal y sus dependencias se integraron a la actividad con la finalidad de solidificar el proceso. El evento se efectuó en un día y allí participaron pobladores de diferentes edades y género, con pancartas, pitos y cantos, entre otros.
La petrolera tomó cartas en el asunto y realizó una mesa de concertación para tratar el asunto y como resultado la petrolera adquirió referente de la contratación del personal regional, asumiendo el compromiso de listas del personal a contratar con las JAC y copia al personero, desvinculando el personal externo de la región terminado el contrato; en caso de incumplimiento, la comunidad mantendría las manifestaciones.