Caso documentado por Hernán Vásquez, 2011
En un momento de excedentes de la industria y un descenso en el consumo de leche en el país, los industriales decidieron bajar los precios de compra de leche, asignar topes de compra a algunos productores e incluso no comprar del producto. Ante esta situación el Gobierno Nacional en cabeza del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural (MADR) toman la decisión de crear un fondo de estabilización de precios con el fin de poder comprar los excedentes de leche que había en el país y asignarlos a programas de asistencia social, como medida para controlar la situación y auxiliar la industria láctea colombiana, destinando a este fondo 25 pesos por cada litro de leche comprado. La medida fue prevista de manera temporal por cuatro meses, para recolectar unos seis mil millones de pesos mensuales y comenzó el 22 de mayo de 2009. Sin embargo la medida no daba una solución a los problemas estructurales del sector en términos de costos y de comercialización. Pequeños productores que eran los más afectados, pero también los industriales se opusieron a la medida.
Surge entonces una protesta organizada por una serie de asociaciones y cooperativas de los departamentos de Boyacá y Cundinamarca, ubicadas en los municipios de San Miguel de Sema, Nobsa, Sogamoso, Tibasosa e Iza en Boyacá y Guatavita y Chocontá en Cundinamarca. Estos colectivos corresponden a diversos esquemas asociativos y cooperativos han venido tomando fuerza en los últimos años, para agrupar a los pequeños productores de leche no solo para la comercialización de leche sino para orientarlos a sistemas de producción con mayores posibilidades competitivas.
Belkis Ramirez productora de leche de la región de Nobsa en Boyacá y presidente de la Asociación Agropecuaria de Productores y Comercializadores, AGRONIT, fue una de las gestoras de la protesta para desmontar el aporte a FEDEGAN que se había decidido para mitigar la crisis. Según ella, “si se tiene en cuenta que para ese momento el precio de leche que se pagaba a los productores en la finca era de 650 pesos y que de esto aportábamos a FEDEGAN 5 pesos (0,75%), ahora nos obligaban a aportar 25 pesos más, es decir debíamos aportar a FEDEGAN 30 pesos, eso no era justo y más cuando los insumos para la producción de cualquier cosa suben en todo momento”. Algunas personas allegadas a AGRONIT, que siempre la han asesorado en el tema comercial fueron quienes le dieron algunas herramientas para organizar la movilización y se hicieran sentir ante el MADR, ya que los productores serían los más afectados por la propuesta de FEDEGAN y no la cadena de industria y comercialización.
El primer paso fue organizar unas reuniones con los representantes de algunas asociaciones y cooperativas que tenían vínculo con Agronit entre las que se destacan la Asociación de Productores de Leche de Chocontá (APROLECHO) y Cooperativa de Lecheros de Guatavita (COLEGA). Posteriormente se elaboraron cartas firmadas por los productores en la que se pedía al Gobierno la revocatoria de la medida. “Se espera la recolección de, por lo menos, un millón de cartas firmadas, las que serán entregadas al Ministro de Agricultura”, dijo José Ignacio Tamayo, gerente de la Cooperativa de Lecheros de Guatavita. Inicialmente se reunieron firmas de los productores de leche y posteriormente se fueron uniendo otros gremios del sector como intermediarios y vendedores de leche cruda, llamados en el sector, cruderos.
Algunos inconvenientes para apoyar la movilización se derivaron de los compromisos laborales por parte de los asociados ya que muchos de ellos son pequeños productores que atienden las jornadas de trabajo en sus fincas y en ocasiones muchos se emplean en otras fincas de la zona; desplazarse hasta Bogotá para ir a las oficinas del MADR no solo era un esfuerzo económico sino de dejar el cuidado de sus fincas. Gracias a la gestión de Belkis se pudo lograr un apoyo para el transporte y los viáticos para el viaje a Bogotá por parte de la multinacional Holcim de Colombia quien tiene operaciones en la zona.
En la protesta que se llevó a cabo el mes de junio de 2009, participaron pequeños productores asociados y representados por Asociaciones que tienen relación directa con la industria láctea. “Logramos recoger los productores que nos iban a acompañar en las veredas y llegar a Bogotá hacia las 9 de la mañana, pero nos recibieron con el grupo de antidisturbios de la policía. Nosotros íbamos a una protesta pacífica, ya que los pequeños productores no están acostumbrados a tirar piedra ni romper vidrios, ya que violentamente no se consigue lo que se busca” cuenta Belkis.
Luego de organizar los diferentes grupos que llegaron al edificio del MADR y con una pancarta que decía “FEDEGAN no nos representa”, se entregaron las cartas de los productores firmadas a los representantes del Ministerio, quienes luego de unas horas salieron con la noticia que se desmontaba la propuesta del Fondo.