Caso documentado por Gabriela Muñoz, 2008
En 1997 los habitantes del corregimiento de Nariño, perteneciente a la ciudad de Pasto, capital de Nariño, comenzaron a explorar la posibilidad de erigir este territorio en un nuevo municipio, como consecuencia del abandono persistente de la Administración Municipal de Pasto y la exclusión en las líneas de acción de los programas de desarrollo. Ell poblado tuvo su origen en un asentamiento indígena guiado por el Cacique Chaguarbamba, de quien se dice tomó el antiguo nombre. Hacia 1.879 mediante decreto No 37 del 2 de septiembre se ordenó la fundación del nuevo pueblo, a raíz del interés de un grupo de habitantes del Barranco Grande, Vereda del Municipio de La Florida. En mayo de 1882 se contrató por parte de la Junta de Hacienda el trazo de áreas de la población, aprobándose los planos e iniciando la distribución de los solares y unos meses más tarde, fue constituido como corregimiento de Pasto. En 1924 se generó un movimiento para buscar la independencia del corregimiento.
Según datos de 1997, derivados del censo realizado por el Comité Pro municipalización de Nariño la población, el corregimiento tenía 7.029 habitantes, un 60 % en la zona rural y en un 40% en la cabecera, ocupando 6.047 ha. La tasa de ocupación era del 37% y las actividades agrícolas se centraban en el cultivo de fique y la elaboración artesanal de empaques. Existían 761 viviendas y 2.362 predios, el 54 % de los cuales tenían extensiones entre 1 y 2,9 ha. El corregimiento contaba con un Puesto de Salud que prestaba el servicio de enfermería permanente, cinco escuelas de educación primaria con una planta de 12 profesores y un colegio en conformación. El corregimiento tenía como máxima autoridad político administrativa un Corregidor, nombrado por la Alcaldía de Pasto y un auxiliar administrativo, quienes prestaban las funciones de registro civil e inspección de policía, pero no se contaba con presupuesto propio para la realización de ninguna actividad. El corregimiento no contaba con escenarios para la práctica de deportes y/o actividades culturales.
En el año de 1.993 la Junta de Padres de Familia del Colegio de la Cabecera Municipal, solicitó a la Secretaría de Educación de Pasto la dotación de 60 pupitres para los nuevos estudiantes. Después de varias gestiones ante esta dependencia, llegaron unos pupitres inservibles, que habían sido desechados de instituciones educativas de la ciudad de Pasto. La Junta de Padres decide descargar los pupitres en la plaza principal del pueblo y convoca a la comunidad para compartir la molestia. La comunidad en general alzo su voz de rechazo ante tal hecho, deciden devolver los pupitres y conformar una comisión que exija a la administración de Pasto, mejor atención y participación presupuestal para el corregimiento. La comisión se conformó con diez personas reconocidas en la comunidad por su liderazgo y decidió convocar a los líderes de las veredas para presentar en conjunto un pliego de peticiones al municipio de Pasto. Sin embargo, no lograron encontrar respuestas efectivas a sus peticiones ni una entrevista con el Alcalde. Ante estos hechos y con la orientación de un habitante del Corregimiento que trabajaba en Planeación Departamental, se conformó oficialmente el Comité Pro municipalización de Nariño, con el objeto claro de erigir este Corregimiento en un nuevo Municipio.
Esta situación exasperó los ánimos de la clase dirigente de Pasto, argumentando la incapacidad de sostenibilidad del nuevo municipio y la desmembración de la capital del departamento y comenzó una campaña de desprestigio del proceso de municipalización, a través de los medios de comunicación local y la realización de pequeñas inversiones por parte de la Alcaldía de Pasto en infraestructura vial, arreglos de vías a través de jornales. El naciente Comité organizó actividades de tipo informativo con algunos especialistas en temas de municipalización y de manera paralela se realizó una serie de actividades comunitarias como rifas, fiestas, festivales gastronómicos, para la consecución de fondos que permitieran realizar y costear algunos trámites conducentes a iniciar el proceso de municipalización. En 1.997 se contrató la realización del estudio socio económico del Corregimiento y se cumplieron los otros requisitos exigidos en ese entonces para la presentación de un proyecto de ordenanza en la Asamblea Departamental, para constituir el nuevo municipio. Además se hicieron contactos con los Diputados de la Asamblea Departamental para conseguir su respaldo en este proceso. El presidente del Comité viajó varias veces a Bogotá y en compañía de algunos Senadores de la República gestionó la expedición del Decreto 1876 del 24 de julio de 1997 del Ministerio del Interior, por el cual se eximió a Nariño de algunos requisitos legales para erigirse en municipio
Cuando todo parecía facilitar la aspiración que para entonces era total, pues el 95% de los habitantes de Nariño la defendían, la Alcaldía de Pasto creó el nuevo Corregimiento de La Caldera, que incluía algunas de las veredas del Corregimiento de Nariño, cercenando las aspiraciones de la mayoría de habitantes de Nariño. Debido a lo anterior y a la extemporaneidad del decreto de vía de excepción, la Asamblea objetó el proyecto y ordenó archivarlo por dos años. Durante ese tiempo en el cual no se podía presentar un nuevo proyecto de ordenanza, el Comité Pro municipalización de Nariño continuó desarrollando varias acciones como asambleas abiertas con toda la comunidad el último martes del cada mes, en donde se informaba de los avances del proceso y se invitaron a diferentes personalidades políticas y funcionarios del gobierno que explicaban las funciones y procesos de administración pública que el nuevo municipio debía desarrollar.
Una acción de resistencia colectiva iniciada por el Comité fue promover la abstinencia en el pago del impuesto predial al municipio de Pasto, exigiendo que los pagos atrasados se realizaran al nuevo municipio. También se denunció públicamente a través de los medios de comunicación sobre las inequidades de la inversión que el municipio de Pasto realizaba en sus corregimientos. En reiteradas ocasiones se solicitó con derecho de petición la rendición de cuentas de las inversiones realizadas en el Corregimiento de Nariño y la manera que se priorizaba la inclusión de los habitantes en el régimen subsidiado de salud. Por otra parte, se propuso la elección popular de Corregidor por un periodo de dos años, mecanismo de elección que no estaba institucionalizado, pero que fue tenido en cuenta e implementado por la Administración Municipal de Pasto.
Una vez transcurrido el tiempo reglamentario se presentó nuevamente el proyecto y el 29 de noviembre de 1999, la Asamblea Departamental de Nariño promulgó la Ordenanza 027, por la cual se creó el Municipio de Nariño. Sin embargo, la Ordenanza fue suspendida provisionalmente en respuesta a una demanda interpuesta por la alcaldía Municipal de Pasto. El Comité recogió aportes voluntarios de la comunidad y contrató los servicios profesionales de un grupo de abogados a nivel nacional, quienes revocaron esta suspensión en el Concejo de Estado, el 27 de julio del mismo año. Una vez en firme la Ordenanza de creación del municipio, se busca concertar con el Gobernador del departamento la fecha de la consulta popular o referéndum de la Ordenanza, último paso para iniciar la vida político administrativa del municipio, sin obtener respuesta alguna. Ante la negativa, el Comité coordinó la realización de varias acciones de hecho como el cierre de la vía entre Pasto y Nariño durante 2 días y la toma pacífica de la Gobernación. Finalmente se consiguió que el 27 de diciembre del año 2000, la Gobernación expidiera el Decreto 1254, por el cual se convocó a Referéndum la Ordenanza para el día 4 de febrero de 2001, que obtuvo una contundente respuesta afirmativa, respaldada por el 99% de la población.
El Comité Pro Municipalización de Nariño se conformó inicialmente por 10 habitantes de la cabecera y dos líderes por cada Vereda, para un total de 30 integrantes. A este grupo se fueron adhiriendo de manera voluntaria más integrantes, con diferentes características de edad, formación académica, nivel económico, creencias religiosas, pero con una característica común: ser nativos de Nariño. Así en 1997 se contaba con 1000 miembros y tres años más tarde con 2000. Ante el gran tamaño del mismo se organizaron varios subcomités como el de comunicaciones, finanzas, jóvenes, mujeres y niños, donde se rotaba periódicamente la presidencia y demás cargos directivos. Cada subcomité estaba en coordinación directa con el Comité Central y mensualmente en asamblea general informaba sus gestiones y repuestas a compromisos adquiridos. Fue un proceso de aprendizaje pues los integrantes no tenían experiencia en una organización social de tal magnitud. Prácticamente todos los habitantes del casco urbano conformaban el Comité y estaban tan firmes en su decisión, que los varios intentos de persuadirlos de esa idea fue fallido. El Comité se relacionó con diferentes dirigentes políticos de diversa filiación política; en que algunas jornadas electorales, previo consentimiento de la asamblea general, se apoyaron a algunas figuras políticas regionales como Diputados, Representantes a la Cámara y Senadores que estuvieran a favor de su causa. Una vez conformado el municipio el Comité se desintegró. Sin embargo varios de los líderes del mismo, fueron elegidos como Alcalde y Concejales en los diferentes periodos administrativos transcurridos desde su creación.