Caso documentado por Adel Milan en 2011
Tensiones y fragmentaciones se dan en el proceso de la Asociación Campesina de Resguardos Indígenas del Medio Baudo, Acimeba[1]. El Medio Baudó se encuentra ubicado en la parte centro occidental de departamento del Chocó; su cabecera municipal es Puerto Meluk que se encuentra a una distancia aproximada de 95 km de Quibdó. Su población en la que predominan negros e indigenas se distribuye a lo largo de la orilla de la cuenca hidrográfica del rio Baudó, la cual cuenta con una alta diversidad natural de fauna, flora, minerales, ecosistemas estratégicos, manglares y una alta oferta hídrica.
A mediados de 2009 cuando el gobernador Alain Caizamo de la comunidad El Retoño perteneciente al resguardo indígena del Santa Cecilia Oro, manifestó inconformidad por la dirección organizativa y la forma como se tomaban decisiones en la Asociación de comunidades indígenas del medio Baudó. Se empieza a reunir con otros gobernadores vecinos de Guadualito, Querasito y el Llano Chimaní para unirse y forma una nueva asociación que diera más oportunidad de mejorar las condiciones de vida de sus comunidades y mayor participación frente a los proyectos desarrollados en la zona. El profesor Emir Caizamo, rector del colegio de la escuela de Guadualito asesorado por un hermano también profesor que vive en Quibdó, junto con los gobernadores de estas comunidades buscaron la oportunidad de independizarse de la asociación ACIMEBA aduciendo que esta no los tenía en cuenta y no les daba la participación necesaria para apoyar a sus comunidades y mejorar sus condiciones de vida. La alianza entre gobernadores y profesores indígenas busca primero demeritar la labor del presidente de la asociación ACIMEBA. Los procesos internos en las comunidades indígenas son complejos; gobernadores, profesores y promotores de salud son las personas con mayor conocimiento y son quienes toman las decisiones en las comunidades. La mayoría de personas son analfabetas y hacen los que los dirigentes deciden, en el marco de lealtades de los grupos familiares extensos.
El control político y social de las comunidades indígenas es variado según los procesos que se van generando a nivel local con la presencia de los proyectos ambientales de ordenación del territorio, de infraestructura y demás escenarios de circulación de recursos económicos a los que pueden acceder las comunidades, que además genera intercambios con funcionarios nacionales y extranjeros. Los conflictos por el poder y el manejo de los recursos especialmente y el manejo de tales conflictos por la vía de la división social y política, avizora el comienzo de la fragmentación de la unidad sociocultural cultural reinante en las comunidades indígenas de la zona.
En el caso de Acimeba, la potencial separación no augura mejoras para las comunidades pues parece evidente un interés particular entre los gestores de la división; aunque se realizaron asambleas entre finales del 2010 y principio de 2011 y se hicieron cambios en los cabildos y dirigentes comunitarios, organizar y planear las estrategias y proyección de las comunidades en este nuevo periodo no hubo acuerdos que pudieran revertir la decisión por la separación de estas comunidades. El dicho popular ‘divide y vencerás’ plantea la preocupación por el debilitamiento de los procesos colectivos indígenas en la zona, como lo manifiesta el actual presidente de la asociación.