top of page
Caso documentado por Sandra Patricia Mesa, 2011

 

El Colectivo por la defensa del Valle de Saquencipá surge para impedir el proyecto Facilidades de Sutamarchán e Infraestructura Asociada. La acción colectiva inició en abril de 2011 en Villa de Leyva cuando se conoció el proyecto “Facilidades de Sutamarchán e Infraestructura Asociada” que es en una ampliación del poliducto de Ecopetrol que se encuentra entre los municipios de Sutamarchán y Villa de Leyva, en el departamento de Boyacá. Este proyecto incluye construir una estación de almacenamiento y bombeo de nafta y otros combustibles en los alrededores del río Suthamarchan, principal cuenca hídrica de la región. Dicha estación contará con dos tanques de almacenamiento de nafta y uno más para acopiar diesel, que se levantarían en un terreno de 60 hectáreas y en inmediaciones de tres quebradas que abastecen de agua potable a la zona, Ecce Homo, Tabacal y Periquitos, en zona de influencia de Villa de Leyva, Sutamarchán, Santa Sofía, Gachantivá, Moniquirá, Barbosa y San José de Pare (Entrevista con Manuel Oliveira López integrante del colectivo).

 

La disputa actual se da justamente en el Valle de Saquencipá, Provincia del Alto Ricaurte en el departamento de Boyacá, el mismo lugar por el cual en 1572 las comunidades muiscas demandaron a la Corona española por intentar fundar Villa de Leyva violando las Leyes de Indias, batalla que ganaron los indígenas obligando al traslado de la población al sitio actual (Diálogo con Patricia López, socióloga). Actualmente el valle se divide entre ocho municipios que albergan una importante riqueza ambiental, cultural, histórica, arqueológica y turística. Esta riqueza es lo que defienden los habitantes de Villa de Leyva y ahora siete de las ochos administraciones municipales que conforman la provincia, a través de un grupo llamado “Colectivo por la Defensa del Valle de Saquencipá”.

 

El objetivo de este colectivo es la defensa del patrimonio ambiental y cultural así como y la vocación turística de la región, dado que allí se encuentra el ecosistema del Santuario de Flora y Fauna de Iguaque que se une con los corredores biológicos de las cuencas de toda la región, fundamentales para la protección del recurso agua y la biodiversidad. Cuenta además con un patrimonio cultural arqueológico, paleontológico e histórico por ser eje de la vida del asentamiento Muisca en épocas precolombinas, coloniales y republicanas; allí se encuentran vestigios arqueológicos como el Observatorio Astronómico Muisca o “Infiernito”, piedras con pictogramas, petroglifos y restos cerámicos de la cultura indígena. Tambien se encuentran lugares de importancia arquitectónica e histórica como el Convento del Ecce Homo y ruinas de la capilla doctrinera de la fundación inicial de Villa de Leyva. La economía de varios municipios de la región gira en torno del turismo ecológico y patrimonial y de las labores tradicionales campesinas, actividades que se verían afectadas por la influencia de un proyecto de carácter industrial, lo cual va en contravía de la vocación económica sostenible del territorio.

 

La inconformidad de este colectivo se ha expresado a través de documentos informativos, performances, foros, marchas por la sanación del territorio, pagamentos con presencia de indígenas Arahuacos para la armonización y “sanación” del valle de Saquencipá, lugar de reunion por más de una década de diferentes comunidades indígenas del país para realizar ceremonias. El caso fue llevado a debate a la comisión sexta del senado.

 

El único municipio que defiende el proyecto es Sutamarchan. “Como alcalde, el Concejo y la comunidad en general creemos que es un gran proyecto, en el que se va a beneficiar al pueblo, con el uso de mano de obra local y algunas compensaciones por su construcción” afirmó el burgomaestre en el Foro del 30 de junio. Diversos argumentos son esgrimidos por parte de este grupo, que señala como los cultivos de invernadero, las cuatrimotos turísticas, los festivales de rock en Villa de Leyva, entre otras actividades dañan el ambiente y nadie está protestando por ello. Si bien algunas de estas consideraciones que mencionan las muchas amenazas ambientales de la región, pueden tener razón, ello no justifica aceptar esta obra con todos sus negativos impactos. 

 

Según Ecopetrol, la función del Proyecto será bombearle nafta (diluyente) al sistema y así poder aumentar el transporte de crudo pesado a través de oliductos desde los Llanos Orientales a las refinerías en el norte del país para su posterior exportación. Afirma la empresa que esta estación no va a utilizar ni una gota de petróleo, ni se efectuarán excavaciones o explotación de ningún combustible. "Es una planta de bombeo igual a las 53 que ya existen en el país, la mayoría de ellas dentro de zonas urbanas” explica Liliana Holguín, representante de Ecopetrol y líder del Proyecto de Construcción de la Planta en Sutamarchán. “Los estudios de impacto ambiental de la obra están disponibles para el público en general (…) Toda la infraestructura tendrá diseño paisajístico y tenemos planes de mitigación para todos los puntos que le preocupan a la comunidad. Nosotros tenemos una operación limpia en todo el país y libre de riesgos para el ser humano y el medio ambiente. Queremos trabajar con nuestros vecinos para resolver todas sus inquietudes y traer progreso", señaló Holguín (Tomado de Boyacá 7 días del 11 de septiembre de 2011).

 

Manuel Rodríguez Becerra, ex ministro de Medio Ambiente y presidente del Consejo Nacional Ambiental, quien actuó como moderador del foro abierto señala que: “Aquí la gente viene a ver verde y a estar tranquila, pero se va a encontrar con una gran instalación petrolera, esto cambia la vocación de la región y, seguramente, detrás de ese proyecto vendrán otros. Ahora van a construir cinco tanques, pero con el área de 60 hectáreas que compraron, evidentemente piensan expandirse en el futuro. En la medida en que se den más hallazgos petroleros seguramente van a ampliar y detrás vendrán otras empresas y dirán que como se le permitió a Ecopetrol crecer, ellos también quieren construir en esta zona”. (Tomado memorias foro 30 de junio 2011)

 

El colectivo no está en contra de los intereses de Ecopetrol, pero expone varias preocupaciones que pueden afectar a esta región que se ha caracterizado por estar fuera de los focos de violencia y corrupción que caracterizan muchas regiones de Colombia. Necesariamente el área del proyecto tendrá que rodearse de trincheras, ejército, policía y cuerpos de inteligencia regados por la zona. El fin principal de este colectivo es evitar los desastres naturales, los problemas laborales, los conflictos sociales y la violencia que han acompañado la historia de la industria petrolera en la mayoría de las regiones en Colombia y en el mundo.

 

B

bottom of page