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Caso documentado por Astrid América Melo, 2011

 

Bajo la categoría de Reserva Forestal Protectora de Orden Nacional en 2005 se habían declarado alrededor de 463.000 hectáreas, a petición de gobernaciones, alcaldías, juntas administradoras de acueductos, concejos municipales, juntas de acción comunal, organizaciones no gubernamentales y personas particulares. Una de estas reservas es La Bolsa, localizada al nororiente del departamento de Cundinamarca, en el municipio de Junín. La Reserva se ubica en su totalidad en la Vereda Valle de Jesús y tiene una extensión de 2699 hectáreas, algo menos del 50% del área de la vereda. Está situada de forma contigua al Parque Nacional Natural Chingaza y a la Reserva Forestal Protectora de los ríos Chorreras y Concepción. La Bolsa aporta en cuanto a abastecimiento hídrico y goza de un alto valor paisajístico, con coberturas de bosques húmedos altoandinos, subpáramos y páramos;, la fauna más importante dentro de la reserva se relaciona con especies de mamíferos como el oso andino , el soche o venado y el  guache.

 

La comunidad de la Vereda el Valle de Jesús ha reconocido desde tiempo atrás que dentro de la jurisdicción que le correspondía a la vereda, se encontraban las 2700 ha de un predio denominado La Bolsa, caracterizado por poseer las principales áreas boscosas de la región. Estás constituyeron durante años la principal reserva de madera y agua de la comunidad de la vereda, ya que en las partes más bajas y con mayor población, la cobertura boscosa había desaparecido casi completamente. La JAC creada en la década de los sesenta, consciente de la importancia de velar por la protección del predio La Bolsa considerado su “patrimonio”, decide a mediados de la década de los ochenta crear el Comité Pro-Bolsa.

 

Dicho Comité organizó comisiones para que semanalmente se vigilara que personas ajenas a la comunidad no estuvieran establecidos o usando los recursos por allá y recolectaba el dinero para el pago del impuesto predial. Así mismo, reconociendo su derecho sobre estos terrenos organizó pequeñas franjas de pastoreo.  “Por lo menos dos generaciones dan fe de cuidar este patrimonio (La Bolsa) dentro de la misma comunidad; como se cocinaba con leña, allá habían zonas especiales que se asignaban para que la gente trajera la leña para el consumo. Sin embargo a medida que iba transcurriendo el tiempo al parecer los mismos habitantes comenzaron a comercializar esta madera en la cabecera de Junín, de ahí nació el cabildo para tratar de corregir situaciones como esta” (Entrevista a líder, 2011)

 

A pesar de ser considerado patrimonio de la vereda, propietarios de la misma asentados en las proximidades del predio solicitaron al Inderena que les fueran adjudicados estos terrenos que se creía “baldíos”. La JAC, en septiembre de 1989, solicitó a dicha entidad, estudiar la posibilidad de declarar como Área de Reserva Forestal la totalidad del predio.  En julio de 1990 el Inderena declara Área de Reserva Forestal Protectora las 2.700 hectáreas del predio "La Bolsa" y delega como responsable a la Junta de Acción Comunal de la Vereda del Valle, conjuntamente con la Alcaldía del Municipio de Junín para su control y vigilancia y asume la asistencia técnica del proceso. Esto último nunca se dio y dado que el Inderena entro en liquidación, por iniciativa algunos miembros de la JAC se decidió conformar un Cabildo Verde como estrategia organizativa para La Bolsa. En 1994 este se constituyó como organización no gubernamental, inscrita en el Ministerio del Medio Ambiente y conformada por cerca de 60 miembros, campesinos de la vereda.

 

Como una estrategia de protección contra intereses foráneos, decidieron que los miembros de la Junta Directiva del cabildo fueran a su vez de la Junta directiva de la JAC. Al comienzo, el Cabildo se ocupó de la reforestación y contratación durante un año de un vigilante para la reserva. Paulatinamente su trabajo fue disminuyendo, delegando los asuntos de La Bolsa a CORPOGUAVIO en Gachala, ente que empezó a controlar la reserva y fue desplazando al Cabildo. En el momento de renovar la Junta Directiva del Cabildo, no hubo candidatos de confianza, lo cual aplazo la elección de la nueva junta; algunos roces internos y el fallecimiento de su principal líder, paralizaron la organización que quedó inactiva desde el 2003.

 

La condición estratégica de la Reserva Protectora La Bolsa ha generado la atención de varias instituciones en su mayoría privadas a nivel nacional e internacional han entrado a invertir en la perpetuidad del área y su zona de amortiguación. Sin embargo, la percepción de sus habitantes hacia la reserva ha cambiado con respecto a sus padres y abuelos, pues la vida de estos giraba en torno a su territorio, con un arraigo que permitió trabajar en común. Las nuevas generaciones aun cuando se sienten identificadas con el lugar, la ven con un criterio más ambiental, como reserva de biodiversidad, una forma de apropiación diferente. Este giro puede deberse entre otras cosas a que se ha trabajado en los últimos cinco años en el reconocimiento de los servicios ambientales que la reserva ofrece y a que a raíz de problemas con el agua potable, hay una mayor conciencia de que el agua está allí y debe protegerse.   También su atractivo paisajístico comienza a ser reconocido. Pese a ello, actualmente, ni la JAC ni el Cabildo están funcionando hecho atribuido por algunos de sus miembros a que ahora no tienen presupuesto.

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