Los pobladores de la vereda La Cristalina, municipio de San José del Fragua, Caquetá perdieron la confianza en la empresa Alange debido a los incumplimientos adquiridos en el marco de inversión social y daños ambientales relacionados por ellos. Durante 2008 y 2009, la empresa Alange Energy[1] a través de la empresa contratista Seismic Drilying System realizó las actividades de exploración sísmica en el Bloque Topoyaco, con resultados óptimos en temas de relacionamiento comunitario y cumplimiento de acuerdos de contratación de mano de obra local, adquisición de bienes y servicios e inversión social. Con los resultados de la sísmica, en el año 2010, la empresa Alange, de manera directa, desarrolló la perforación de dos pozos exploratorios Topoyaco 1X y Topoyaco 2X, ubicados en la vereda La Cristalina. Para hacer viable esta operación se pacta como inversión social, la electrificación de la vereda y el apoyo ante la Gobernación y Alcaldía para el acueducto veredal. Así mismo, en el marco de la Licencia Ambiental, se socializó que la empresa estaba en la obligación de no impactar de manera negativa el medio ambiente.

 

De acuerdo a la información entregada por los entrevistados -habitantes de la vereda-, la perforación transcurría sin lograr que los proyectos de inversión social se ejecutaran y sin que las gestiones tuvieran algún resultado positivo; dejando los líderes de la JAC al encargado del área social sólo con la gestión, teniendo en cuenta que el compromiso había sido adquirido por los representantes de la empresa y ellos necesitaban que se cumplieran sus acuerdos. Por otra parte, la comunidad, comenzó a ver que la quebrada Lovalota “tenía mal olor, el color del río había cambiado, los pescados salían descamados, las sardinas pequeñas morían, pensando la comunidad, que la empresa, estaba botando sus desechos al río”.

 

Con el incumplimiento de la empresa Alange ante el desarrollo de los proyectos de inversión social, evidenciando que la empresa estaba culminando con la perforación del segundo pozo y sintiendo los habitantes de la vereda que la empresa estaba contaminando, deciden comunicarle a la compañía sus inquietudes e inconformismo a través de oficios y en el marco de reuniones comunitarias. Al no obtener respuesta de la empresa, la comunidad decide realizar un bloqueo en la entrada de la locación, lugar en el que se desarrolla la perforación exploratoria del pozo Topoyaco 2x, el 15 de septiembre de 2010, impidiendo que los trabajadores de la empresa salieran e inmovilizando los vehículos para captar el agua del río para abastecer las operaciones y cerrando el paso para el ingreso de alimentos para las personas que se encontraban trabajando allí.

 

La vereda se encuentra habitada por veinticuatro familias con aproximadamente cinco miembros por hogar. Los pobladores llegaron en los años setenta procedentes del Huila, Tolima y Antioquia, para instalarse en terrenos baldíos y en los que actualmente se encuentran adelantando procesos de titulación ante el INCODER. La comunidad tiene un fuerte sentido de pertenencia y cohesión social; han construido un relacionamiento a partir de la organización social, así como el respeto por los procesos democráticos y colectivos y se sienten representados por la JAC. Desde su constitución como vereda ha habido una débil presencia de las instituciones del Estado, dando pie a que el manejo de las relaciones de poder este influenciada por el frente 49 de las FARC. Con la llegada de la empresa Alange a la zona en 2008 se intensificó la presencia del Ejército para mantener la seguridad en la vereda, a fin de poder adelantar las actividades de exploración de hidrocarburos.

 

Frente a los inconformismos por el incumplimiento y contaminación de la empresa, los habitantes de la vereda La Cristalina, por medio de los miembros de la JAC, deciden hablar ante el núcleo veredal Zabaleta/Puerto Bello (denominado en la zona, a la organización de juntas de acción comunal dentro de una Inspección), para que ellos acompañen la acción colectiva que estaban gestando. Así se unen unas doscientas procedentes de las veredas Portal Zabaleta, Puerto Bello, Topacio, Primavera, Zabaleta, Bocana, Fragüita, Cedrito y se eligen cinco voceros para dialogar con la empresa Alange. Representantes de la Gobernación, Alcaldía, Personería, Policía, Ejército, hicieron presencia en el bloqueo intentando que la comunidad llegara a un acuerdo con la empresa. La empresa delegó al representante de Gestión Social y de la parte operativa del proyecto y posteriormente estuvieron los Gerentes de Gestión Social y Operaciones.      

 

En cinco días se concretó la decisión del bloqueo que duró una semana tiempo en el cual los representantes mantenían reuniones de retroalimentación permanente con la población. Fueron necesarias cuatro las reuniones con los representantes de la empresa, hasta que se logró la negociación para el levantamiento de este. Inicialmente los objetivos eran garantizar que la empresa Alange cumpliera con los compromisos adquiridos al momento de llegar a la zona. Cuando se unieron a la iniciativa las otras veredas también solicitaron inversiones sociales. Adicional a la inversión social (obras puntuales) la mayor exigencia de la comunidad consistía en el respeto de su territorio y el cuidado del medio ambiente: “la no contaminación”.

 

Como resultado de la negociación, la comunidad de la vereda la Cristalina obtuvo cien millones de pesos para el proyecto de electrificación veredal y las comunidades que apoyaron la iniciativa, lograron la ejecución de proyectos de dotación y arreglo de vías por un valor total aproximado de ciento veinte millones de pesos. Frente a las quejas de contaminación, se adelantaron acciones de compensación ambiental. Todos los compromisos adquiridos por la empresa Alange, fueron ejecutados por Pacific Stratus empresa a la cual le cedió el contrato de exploración del Bloque Topoyaco.

Actualmente las locaciones se encuentran abandonadas. Ya se ejecutaron todos los compromisos de inversión social de las tres perforaciones realizadas en el bloque y se está a la espera del adelanto de las actividades ambientales de restauración, compensación ambiental e inversión del 1%, de los tres pozos, para la devolución del bloque a la Agencia Nacional de Hidrocarburos.