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Caso documentado por Xatli Martínez, 2009

 

La Asociación del acueducto San Jois del municipio de Guasca, se constituyó en el año de 1993 y está conformada por los usuarios actuales de cinco veredas: Santa Ana Alta y Baja, San José I y II y San Isidro. La asociación cuenta con un acueducto veredal que favorece a 3500 personas y dos instituciones educativas y tiene 127 km de recorrido; fue construido con las especificaciones técnicas y control de calidad fisicoquímica y microbiológica del agua de condiciones que son bien manejadas como lo certifica la Secretaría de Salud de Cundinamarca.

 

El acueducto San Jois se empezó a construir en 1993 y se inauguró en 1995 con ceremonia que tuvo lugar en la Capilla de Siecha como una muestra simbólica hacia los ancestros Muiscas y su relación de respeto y veneración con el agua.

 

Este acueducto hoy representa un logro en cuanto a la apropiación de un territorio, ha sido construido con el esfuerzo, tesón y empuje de unas comunidades campesinas que lograron superar el problema que tuvieron durante décadas por la falta de abastecimiento de agua y los problemas de salud derivados de la falta de un sistema canalizado de aguas. Se construyó con recursos de la misma comunidad y cerca de 200 personas trabajaron en su construcción. Recuerdan que dado que habitan en las zonas bajas de la cuenca se daban conflictos por contaminación del agua desde las partes altas contaminando las partes bajas. También recuerdan lo duro que resultaba cargar agua, labor a cargo de mujeres y niños.

 

El acueducto opera y se mantiene con el pago de $10.000 mensuales que paga cada uno de los usuarios y los excedentes que quedan a final del año se reinvierten en las necesidades operativas del acueducto.  Su presupuesto anual es de $60.0000.000. Los usuarios pagan según cálculo que ellos mismos hacen en acuerdo con la asamblea y junta directiva. Pese al buen funcionamiento, la administración de Guasca de 2009 tiene la intención de entregar el acueducto a para particulares para su administración, idea que ha ganado toda la oposición de sus asociados.

 

Uno de los objetivos primordiales de la asociación es comprar los predios del páramo donde se encuentra la bocatoma, correspondientes a 840 hectáreas de páramo. Afortunadamente el actual dueño de estos predios es una persona que se relaciona positivamente con la Asociación y no ha cedido a las presiones externas por vender estos predios. La organización ha requerido de un liderazgo muy decidido desde sus inicios para mantenerse en el propósito y de habilidad en cuanto a la consecución de recursos. Hay diversos tipos de usuarios; unos son los usuarios que iniciaron el acueducto y trabajaron en ello y son quienes permanecen vinculados activamente a la causa.  Tienen unos lazos de unión muy fuerte entre sí y con su territorio por el hecho de ser oriundos. Otros son los usuarios del acueducto que han ingresado posteriormente a su construcción y han pasado por un proceso de solicitud y adjudicación legal de un punto de agua; se benefician del servicio de agua pero no guardan la misma proporción en cuanto al sentimiento de apropiación de los primeros.

 

La Asociación Acueducto Veredal San Jois, tiene la perspectiva de permanecer “por siempre”. Tiene liderazgo en el municipio y ha promovido desde su experiencia espacios de apoyo para que se fortalezcan los otros acueductos veredales para construir una red de estos en el municipio, con poco éxito. Hay quienes sostienen éste acueducto tuvo la oportunidad de organizarse cuando uno de sus líderes ingreso al Consejo municipal y desde allí lo impulsó.

 

La Asociación Acueducto San Jois ha tramitado sus demandas por la via administrativo, en el marco de los tiempos y las decisiones burocráticas. Pero fundamentalmente, esta asociación lo que ha hecho es construir ella misma lo que le ha significado un fuerte lazo de apropiación con el territorio. No ha acudido a acciones de hecho y por ahora solo ha incursionado participando en el movimiento nacional por el derecho al agua a través del referendo que recogió 2500 firmas durante el 2008, para evitar que empresas con intereses económicos entren a manejar estos acueductos. La Asociación está conformada por una Asamblea General, una Asamblea de Delegados y una Junta Directiva. Manejan un manual de convivencia con unas reglas determinadas; sin embargo, han tenido que acudir a ayudas externas para solucionar sus conflictos que se dan por conexiones ilegales.

 

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